viernes, 7 de agosto de 2015

LA FUERZA PARA SUBIR

1

Nuestro cuerpo físico es como la raíz de una planta: está profundamente arraigado a la tierra y nunca verá la luz. Pero nosotros no somos sólo nuestra raíz, sino que también somos la flor, es decir, un espíritu.

Sin embargo, para que la flor nazca, es necesario que se alimente de la raíz. En otras palabras, la energía que necesitamos para despertar nuestra conciencia, viene de nuestro cuerpo.

2

La fuerza para bajar viene de arriba. La fuerza para subir viene de abajo. Nosotros no necesitamos bajar, sino subir, porque ya estamos en lo más bajo, y la fuerza que nos puso acá en este abismo terrenal, viene de lo más alto, de lo absoluto, de Dios.

Nosotros, para subir en la escala evolutiva, debemos sacar fuerzas de este mismo lugar donde nos encontramos, es decir, de la materia.

Nuestro cuerpo físico es en nosotros la materia densa, y nuestra mente pura, sin manchas terrenales, es la manifestación de Dios.

3

Si miramos nuestro cuerpo veremos que el cerebro, órgano a través del cual se manifiesta la energía mental, está en lo más alto de nuestra anatomía, en la cima de la cabeza. Es el aire, el cielo, etc.

El órgano más bajo de nuestra máquina corporal es el aparato sexual, los genitales, y representa el fuego, los volcanes, y, en general, la profundidad de la tierra.

Por lo tanto, la energía primordial que necesitamos para subir hacia el mundo mental, viene del sexo, la energía terrestre, la más poderosa (y peligrosa) con la que podemos contar aquí en este bajo mundo. Es el fuego de los alquimistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario