lunes, 11 de agosto de 2014
viernes, 1 de agosto de 2014
DÍA Y NOCHE
De día extraigo luz física. De noche incubo luz espiritual.
De día otorgo mi fuerza material. De noche pruebo la habilidad de mi astral.
De día construyo mi presente con los ojos abiertos y pisando tierra firme. De noche proyecto mi futuro con los ojos cerrados, volando a través de los sueños.
De día influyo en el entorno con mi presencia y con mi voz. De noche me sumerjo en la meditación y en el silencio, sometiéndome a la influencia celeste.
De día nazco hombre limitado en pugna con los elementos. De noche nazco dios inmortal, creador de nuevos espacios y sistemas.
De día soy un espejismo y confundo a todos cuando me miran. De noche soy un ser real, apartado de miradas ajenas.
De día soy una voluntad que empuja hacia adelante. De noche soy una voluntad que empuja hacia arriba.
De día soy un tigre siberiano en busca de comida. De noche soy un cordero en busca de su pastor invisible.
De día soy uno más entre la ciega multitud. De noche soy el hierofante de mi propia religión.
De día soy un mono que lee. De noche soy un ángel que escribe.
De día subo a la terraza del infierno. De noche bajo al sótano del cielo.
De día lucho por despertar mi mente. De noche lucho por despertar mi corazón.
De día me visto por encargo de la sociedad. De noche me desnudo por encargo del Universo.
De día respiro el aire de la supervivencia. De noche respiro el aire del renacimiento.
miércoles, 23 de julio de 2014
LA OMNIPOTENCIA DE DIOS
Frente a los que pudieran
sentirse sorprendidos por la sentencia de que Dios habría cometido un error de
cálculo en su Creación, es necesario aclarar el hecho de que Dios podría no ser
Omnipotente, sino un ser falible.
Su poder omniabarcante
se ve disminuido cuando “desciende de lo alto”, quedando sometido, de alguna
manera, a las leyes que rigen el equilibrio de la materia densa.
Creemos que el
mismo arribo de Jesucristo a la
Tierra , aparentemente, no es más que un intento por divinizar
la carne, el cuerpo, y conectar las almas entre sí, lo que alquímicamente
llamaríamos una “Rectificación”. Es decir, retomar la Obra cuando se había seguido
un camino equivocado. En la
Biblia también hay un pasaje (entre muchos) que prueba claramente
esta “disminución” de los poderes celestiales. En el capítulo 32 del Génesis,
versículo 23, Jacob, ese ladino que compró la primogenitura a su hermano mayor
por un plato de lentejas y robó la bendición de su padre Isaac, hizo algo mucho
más temerario. Luchó con Dios y lo venció. Así es, y por esto
obliga a Dios a darle una bendición, y Dios reconoce su derrota.
Recordamos además haber
leído que Gurdjieff responde a uno de sus discípulos, cuando este le preguntó
sobre la inmortalidad, que nada es inmortal, y que Dios mismo es mortal. Y
aclaró, eso sí, que la diferencia entre Dios y el hombre es grande, y que Dios
es mortal de manera diferente a la del hombre.
Nadie acepta esta
verdad, porque el alma mortal es demasiado cómoda y perezosa, y prefiere
sentirse “protegida” por un Dios que todo lo puede, en vez de trabajar por su
desarrollo y evolución.
lunes, 21 de julio de 2014
HUMILDAD
La sabiduría requiere humildad,
requiere que uno se ponga en el lugar más bajo, donde viven las bestias, las
ratas, los reptiles, las moscas, y todo lo que produce excremento.
En el Universo los seres que
producen excremento son los más bajos en la escala evolutiva.
La verdadera humildad del
iniciado nace porque él toma conciencia de ser un animal que produce
excremento.
Muchos creen que la humildad nace
de tomar conciencia de la muerte, pero la muerte en realidad causa miedo en el
hombre. ¡No se atreve ni a pensar en ella!
El iniciado, por su parte, sublima el miedo a la
muerte y lo transforma en fuerza, en audacia, en voluntad. Está en contacto
permanente con esa parte de su ser que sobrevivirá a la muerte del cuerpo
físico.
viernes, 18 de julio de 2014
lunes, 14 de julio de 2014
ARCOIRIS
La
lluvia trae del cielo superior sutiles pensamientos, golpes de buena fortuna y
arcoiris de profundidad inalcanzable que obsesionan a cualquier mortal. Por
supuesto, hablo de aquello que puede transformarse, al igual que el viento de
un huracán, en una materia tan distinta, tan de sueño anticipado en cadencia,
que lo onírico es un insecto de plástico, una certera puñalada en el corazón.
Sepan
entonces que primero cae la lluvia que moja con paciente caricia la piel de los
aloe vera, y la que choca en certeros disparos contra la pobreza de los paneles
solares, pero es un obsequio vertiginoso levantar la mirada y recibir el
bálsamo de la santa paciencia.
No
veas la luz ni escuches el sonido. Sólo siente la fuerza etérea de tu katana y
corta con ella los bordes de tu arcoiris personal. El esfuerzo es un viaje
hacia la mente de ellos, los arcontes, dioses temibles en su plano de sólida
estructura, entes de la ruptura en plena
realidad de carne y hueso y de madera. Y en el futuro de metal en su estado más
puro e inviolable.
Quien
sabe que los pensamientos son de agua tiene en su poder la llave de un invierno
venturoso. Aprovecha ese alimento, neófito animal desorientado, y dime cuántas
liturgias, desde el nacimiento a la muerte, se han cubierto de tierra por causa
de una nota fuera de tono en la melodía emocional.
Y
ahora yo, hijo prófugo de Belcebú, me someto fríamente a la vejez y pruebo el
fruto de aquella enorme realidad futura que se me abalanza. El Señor del Inframundo quiere la lluvia, pero
ama el fuego por sobre todas las cosas. Arriba y abajo, da la impresión de que
somos así. Crúzate con esa realidad, y acelera. Nada es lo que parece.
domingo, 13 de julio de 2014
SENCILLAS INSTRUCCIONES PARA EL ASPIRANTE
El practicante debe mantener
siempre una actitud relajada y
tranquila, sin tensión en el cuerpo ni en el rostro.
El poder interior se manifiesta a
través de esta calma controlada que le permite estar siempre alerta y
vigilante.
Su mirada debe ser introvertida,
enfocada hacia el interior, auto observante, pendiente de que la atención
externa no diluya la constante atención interna.
Mantener este estado de manera
continua es difícil, se trata de un verdadero arte alquímico en el que la
atención es el fuego, y en el que el contenido de los pensamientos, emociones y
deseos, constituyen la materia que debe ser quemada o calcinada.
La energía acumulada gracias a
este enorme ahorro producido por la relajación de los músculos y nervios, será
utilizada por el practicante de alquimia interna para fabricar sus cuerpos
superiores y fortalecerlos a medida que va aumentando su nivel de conocimiento
y conciencia, comprendiendo poco a poco las leyes que rigen el Universo y el Microcosmos.
El alma del practicante debe
transformarse en una roca muy bien cohesionada e indestructible, y al mismo
tiempo, fluida como el agua y el viento, adaptable y flexible, pero nunca
volátil.
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