lunes, 26 de mayo de 2014

EMOCIÓNTESIS




El secreto de la magia no está en la mente, a pesar de lo que digan los mentalistas que sólo producen pirotecnia y alucinaciones. El secreto de la magia se encuentra en las emociones.

El corazón es el sol físico de las emociones, pero todo centro físico es producto de un centro espiritual, o mejor dicho, su proyección.

Las emociones son la varita mágica, son el arpa eólica del espíritu, el báculo de Moisés: pero hay que dominarlas, y para eso hay que tener voluntad de hierro, o mejor aún, de oro.

Si el hombre pudiera transformarse al ritmo en que el mundo se está transformando, el Universo visible sería más nítido para él, y los milagros serían parte de la conducta cotidiana de los hombres.

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